La première del premier
En vísperas de Navidad estamos pendientes de los estrenos inminentes. Estos días, además, se están llevando la palma muchos estrenos de carácter publicitario: algunos clásicos de la época, como los de Coca-Cola o Freixenet (este último de relumbrón); otros que no quieren desaprovechar el momento, como los de Codorniu y los de Zapatero. Todos con un denominador común: imperan las burbujas.
Nuestro premier está ultimando los detalles para el esperado estreno de las líneas del AVE a Málaga (el coto electoral de la ministra del ramo) y Valladolid (la tierra natal de Z). Ambos estrenos esperados, pero que no pasan de ser un entremés antes del banquete final. Muchos lo intuíamos. Parece que se confirma. Zapatero y su Gobierno (de España) apremian a las constructoras para conseguir que el tan ansiado, por muchos, AVE a Barcelona pueda estrenarse, alfombra roja incluida, just in time: Justo en vísperas electorales.
Mientras Mariano Rajoy, desde la soledad opositora, tiene que conformarse con anunciar medidas sociales como la supresión del IRPF a los que ganan menos o la subida de algunas pensiones mínimas, aproximándolas algo a lo que podríamos llamar el umbral de la decencia, el presidente tira la casa por la ventana en la precampaña, no sólo publicitando incansablemente a su ¿nueva? marca Gobierno de España, sino también afilando las tijeras para cortar las cintas que darán paso, al fin y justo a tiempo, a la modernidad definitiva.
Y, por no estar, no estamos ni en precampaña.
Matías Alonso
Coda: De todos los estrenos, el más espectacular el de Lizarza: La Libertad se hace presente, aunque sólo sea en el cambio de denominación de su plaza mayor ¡Bien por Regina!