Envido a la grande
Este es el futuro inmediato. Un nuevo envite a la democracia y al estado de derecho, a cargo de la banda asesina empeñada en hacer prevalecer su voluntad terrorista por encima de la voluntad de los demócratas. ETA puede romper la tregua-trampa este mismo fin de semana, y en cualquier caso es obvio que al proceso le queda poco.
Zapatero continúa aferrado a la bonanza de la economía y sigue mostrando su perfil optimista, hoy mismo ante los empresarios catalanes reunidos en el Círculo de Economía en Sitges, al tiempo que calla sobre lo sustancial en materia política. Nada sobre Navarra, salvo instar al arrepentimiento al PP. Nada sobre Madrid, pese a haber exigido la renuncia a su candidato personal. Nada de nada sobre lo sustantivo. Como casi siempre.
El terrorista De Juana no piensa ponérselo fácil. Su salida del hospital donostiarra no se ha producido todavía por su negativa a llevar la requerida pulsera de telelocalización. El retraso en la concesión del alta, extrañamente coincidente con el final del proceso electoral, está desembocando en un nuevo pulso al ejecutivo de ZP por parte de un simple asesino convicto e irredento.
Y ANV-Batasuna en la cima del poder. Mil millones de euros en cuatro años estarán a disposición de los filoterroristas para tapar agujeros. Sin incluir el socavón de la T4 ni otros de igual o parecido origen que puedan producirse en el futuro. Sólo nos queda insistir en la movilización ciudadana y, tal vez, recurrir a la objeción fiscal.
La situación para Rodríguez Zapatero y su partido, frente al previsible chantaje a cargo de la banda terrorista y sus secuaces, será la del jugador de mus que se enfrenta a un envido a la grande cuando sabe que su rival lleva los cuatro reyes, porque él mismo se los ha dado.
Matías Alonso